Unos de los problemas más habituales, lo creas o no, es la humedad por capilaridad que produce el desprendimiento de la pintura y la filtración en lugares donde no sabías que era posible, como por ejemplo, las zonas cercanas al suelo, es decir, la parte más baja de las paredes de tu vivienda.
Pero en qué consiste y cómo podemos acabar con ella. A continuación descubriremos en detalle cuáles son sus consecuencias y en qué se diferencia del resto de tipos de humedad.
Humedad por capilaridad
Se produce cuando el cual el agua proveniente del suelo sobre el que está construida la edificación asciende poco a poco hasta alcanzar una altura que puede llegar a ser de hasta 60 a 70 centímetros. En pocas palabras, sube por las paredes, razón por la cual vemos los muros con moho o un deterioro más notable que el resto.
Se trata de un problema de cierta complejidad que, a su vez, crea otros que afectan la durabilidad en las construcciones, como abombamientos y desprendimiento de la pintura e, incluso, daños estructurales, así como manchas de humedad, y salitre que proviene de los materiales de construcción.
La humedad por capilaridad da lugar también a un debilitamiento de los muros y de los cimientos, algo que es menos visible a simple vista pero que reviste enorme gravedad.
Pero ¿por qué ocurre?
Las causas pueden ser variadas:
- Problemas del drenaje e impermeabilización de los cimientos y los muros.
- Muros compuestos de materiales rugosos y porosos.
- Presencia de aguas subterráneas.
- Humedad intensa: Lluvias, sistemas de regadío.
La solución a la impermeabilidad en tus paredes
Dependiendo de la gravedad del problema, requerirá una u otra acción, o una combinación. Pero cabe destacar que a diferencia de otros tipos de humedades, la producida por el fenómeno de la capilaridad no se puede solucionar definitivamente solo con pintura.
Sin embargo, es posible aplicar un tratamiento de pintura que conviva con la humedad y que permita la exudación de la pared sin agravarla.
En caso de que el daño en la estructura requiera una obra más profunda puedes realizar un:
Aislamiento de la cimentación del edificio y muros enterrados
Lo primero es que cada caso debe estudiarse convenientemente. Pero “en la peor de las situaciones”, para detener la subida de agua se necesita colocar una barrera física por el exterior durante la ejecución de la obra, pudiendo utilizar diferentes sistemas: membranas impermeabilizantes, sellantes, cámaras, barreras de vapor. Esta opción es viable antes de empezar a construir o para rehabilitar una estancia.
Si esa ya no es una posibilidad, puede pasar entonces a realizar drenajes perimetrales, inyectar barreras químicas o tratamientos por electroósmosis.
Tratamiento con pinturas o revestimientos
Podemos conseguir una barrera impermeable continua con pinturas adecuadas a este uso. En este caso la ideal es la pintura transpirable como Tixoway Antihumedad, que posibilita la evaporación del agua.
Estos productos deben aplicarse directamente sobre el muro, en interior y exterior. Tienen que ser resistentes al contacto directo con agua y a condiciones de soterramiento.
Además, estos tratamientos permiten restaurar los muros con tendencia a sufrir humedades por capilaridad y cimentaciones y restaurar muros dañados por el salitre.
Una opción es la mezcla o mortero Plasmont Antihumedad de Montó, que previene la aparición de nuevas humedades y es ideal para aplicar en construcciones cerca del mar.
También es importante darle un acabado de pintura que sea transpirable como la Ovaldine.
Tras elegir el tipo de tratamiento, hay que poner manos a la obra para reparar los daños, siguiendo una serie de pasos:
- Picar o eliminar todas las capas de revestimiento sobre el muro, hasta 50cm por encima del nivel máximo donde llega la humedad.
- Dejar el muro expuesto el mayor tiempo posible para que evapore la humedad interior.
- Revestirlo de nuevo con mezclas y pinturas transpirables.
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